viernes, 18 de julio de 2014

TRES POEMAS DE FERNANDO LÓPEZ GUISADO





Ojos vacíos. 
Contemplan el asesinato de la creación, 
la danza sin sentido de las luces ciudadanas,
el vapor que se eleva desde lugares 
donde no debería vivir un ser.

Soy un poeta y un esclavo.
Un escorpión de metal que se esconde 
por las rejillas de una red interminable.
Un loco al que la soledad de su jornada continua 
y su diminuta madriguera 
han convertido en un vampiro de sentimientos ajenos, 
en un fantasma de imaginación,
en una manifestación mutable 
que se aparece bajo mil nombres cibernéticos:

uno por cada infierno que subyace tras los circuitos,
uno por cada futuro incierto que nos queda por vivir.

                                             De La letra perdida, Ediciones Vitruvio


MEMENTO MORI

Vivo en un municipio dormitorio
que se considera mejor que otros
como un poeta junto a otros
como un humano junto a otros.

Una mañana en una cuneta apareció un gato muerto.
Permaneció tirado y pasaron los días.
Ignorado por los servicios de limpieza,
ignorado por los coches que se vertían a la autopista
de camino a sus trabajos en la ciudad.

Una noche regresaba cansado, me detuve.
Bajo un cielo sin estrellas
permanecí mirando aquel cadáver peludo y sucio
medio transportado por las hormigas
a diminutos bocados
desde el asfalto a la tierra.

Pregunté ¿quién has sido? Contestó:
Eso ya no importa ahora soy Muerte.
Vuelve a tu ciudad dormitorio también fue mía
cuida de tus gatos y recuérdame
en esta noche sin luna
como si no fueras humano
como si nunca hubieras pertenecido a un lugar.

                             De Rocío para Drácula, Ediciones Vitruvio


ROSEBUD

Toma forma de muñeco de Mazinger Z.
Lo tenía mi primo, en su casa de campo.
Deseamos siempre lo ajeno con envidia;
no importaba lo mucho que jugásemos
juntos durante aquellos largos veranos.

Ese articulado robot era mi héroe; mi primo,
su piloto. Lo hacía emerger de la piscina
para reparar el mundo, dar una paliza
a los malos, superar sin miedo a la muerte.

Recordábamos aquello,
pasando ya de adolescentes.
Durante tardes de fútbol,
en el estadio, en invierno,
con las gargantas ardiendo y los pies helados.

Un año, ganamos la copa,
fuimos a celebrarlo
bañándonos en una fuente.
Él se tendió,
sumergido por completo,
suspendido en el tiempo,
parecía en paz.

Surgió de aquellas aguas como el Mazinger Z:
un titán bautizado,
lleno de victoria y fuerza.

Hace seis años no pudo asistir a mi boda.
Prometí ir a verlo, al hospital, tras el viaje
de luna de miel. Resultó demasiado tarde.
No brotará del agua a ver ganar otra copa
al igual que no he podido volver al estadio.

En una vitrina, guardo un muñeco de Mazinger.
Cada año, en mi aniversario, le quito el polvo
recordando en silencio aquella casa de campo.
Los pies se me hielan,
la garganta me arde
y se me van haciendo
muy cortos los veranos.

                                       inédito

FERNANDO LÓPEZ GUISADO,
 


(Madrid, 1977) Combina la escritura, la organización de actos culturales y la crítica literaria con la Imagen Radiológica.

Ha publicado los poemarios: Aromas de Soledad, El Altar de los Siglos, Porque nunca fue suyo y La Letra Perdida (finalista del premio de la Asociación de Editores de Poesía 2012, 2ª edición 2014).

Aparece en las antologías: Los jueves literarios de la casa del libro, Memoria y euforia, Rivas: una mirada escrita, Ilusionaria, Historias del Dragón, 2099b: la mejor ciencia ficción en España, Leyendas Urbanas, El viejo terrible: un homenaje a Lovecraft, En legítima defensa: poetas en tiempos de crisis, Calabazas en el trastero: asesinos históricos, La bruma, Frankenstein: diseccionando el mito. Ha coordinado la antología Anatomías Secretas en torno a la figura del licántropo y la bestia interior.

Colabora con diversos medios y revistas de difusión cultural. Conduce las bitácoras digitales Buenas Noches Nueva Orleans y Recomendado por Superlópez. Realiza labores de profesor de taller de creación y asesor literario. Es presidente de la Asociación Cultural Letras Vivas. Forma parte de colectivos literarios como Escritores de Rivas, Esmater: plataforma para el terror y La Hermandad Poe.

Durante las noches de invierno, brilla por la radiación acumulada…



1 comentario:

  1. Muchas gracias David por volver a traerme a tu blog. Un abrazo enorme en la amistad y la poesía.

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