DICIEMBRE ROJO
I
Dabas
clases de guitarra
para
aprender a decir «te quiero»
sobre
un escenario. Estudiabas
psicología
barata
para
lograr entenderme.
Diciembre
y tú, que ansiabas la lucha:
la
princesa de rosa
en
tu reino de chicle.
Saliste
a las cinco.
Tu
nueva cita esperaba en el porche
con
la sonrisa a cuestas
y
un ramo de flores.
Resulta
muy fácil
esconderse
de alguien
que
ya no te busca.
II
Os
sorprendí tras la esquina
después
de un abrazo
y
tú
—casi
accidentalmente—
te
golpeaste
contra
mi propia mierda.
Cuánta
resistencia opusiste
mientras
corría el espanto
como
un insecto
por
tus ojos.
III
Qué
más puedo decir.
Atosigado
por las lámparas
y
la vergüenza
me
pregunto
si
alguien podrá entender
que
cierre la boca,
que
nunca confiese
dónde
escondí
tu recuerdo.
Y
tus ojos cerrados.
Y
tu cuerpo de chicle.
Y
tu música en ruinas.
Y
la botella de burbon
que
apuré
mientras
cavaba.
DAVID MINAYO , 2013
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