CRISTALES DE TU AUSENCIA
Cristales
de tu ausencia acribillan mi voz,
que se esparce en la noche
por el glacial desierto de mi alcoba.
— Yo quisiera ser ángel y soy loba.
Yo quisiera ser luminosamente tuya
y soy oscuramente mía.
que se esparce en la noche
por el glacial desierto de mi alcoba.
— Yo quisiera ser ángel y soy loba.
Yo quisiera ser luminosamente tuya
y soy oscuramente mía.
AUNQUE NO NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS
Aunque
no nos muriéramos al morirnos,
le
va bien ese trance a la palabra: Muerte.
Muerte
es que no nos miren los que amamos,
muerte
es quedarse solo, mudo y quieto
y
no poder gritar que sigues vivo.
AMOR
Estar
en los brazos de quien amas
es
lo más parecido a estar en mi nombre.
¡Gloria
bendita es!
GLORIA FUERTES ,
nació en Lavapiés,
en la época, un modesto barrio del Madrid antiguo. Su madre era
costurera y sirvienta; su padre, bedel. Poco se sabe de su vida
familiar, a lo que ha contribuido que la escritora siempre guardara
celosamente su intimidad.
Asistió al Instituto de Educación Profesional de la Mujer, pero sus aficiones eran muy diferentes a las propias de las mujeres de su época. Su interés por las letras comenzó a la temprana edad de cinco años, cuando ya escribía y dibujaba sus propios cuentos. Empezó a escribir versos a los catorce años, a los quince los leía en Radio España de Madrid y a los diecisiete dio forma a su primer libro de poemas, Isla ignorada, que sería publicado en 1950. Se ha especulado sobre su homosexualidad, que aparecería sutilmente declarada en poemas como «Lo que me enerva», «Me siento abierta a todo», «A Jenny», etc.
Aunque ella siempre se definió como «autodidacta y poéticamente desescolarizada», su nombre ha quedado ligado a dos movimientos literarios: la generación del 50 y el postismo, grupo literario de posguerra al que se unió a finales de los 40 y del que formaban parte Carlos Edmundo de Ory, Eduardo Chicharro y Silvano Sernesi, y en el que también colaboraron Ángel Crespo y Francisco Nieva.
Del Postismo quedó para siempre en Gloria Fuertes una actitud poética desmitificadora por vía del humor; el humor en Gloria Fuertes es una forma crítica de deconstruir la realidad y descubrir la verdad de las cosas. La Guerra Civil dejó una profunda huella en ella. El antibelicismo y la protesta contra lo absurdo de la civilización están presentes en su poesía de forma categórica. Como ella misma declaró, «sin la tragedia de la guerra quizá nunca hubiera escrito poesía».
Como secuela de su experiencia bélica, la obra de Gloria Fuertes se caracteriza por la ironía con la que trata cuestiones tan universales como el amor, el dolor, la muerte o la soledad. Todo ello aderezado con curiosas metáforas y juegos lingüísticos llenos de encanto, frescura y sencillez, que dotan a sus poemas de una gran musicalidad y cadencia cercana al lenguaje oral.
Entre 1940 y 1953 comenzó a colaborar en revistas infantiles, Pelayos, Chicos, Chicas, Chiqunitito, y los suplementos infantiles de "Flechas y Pelayos" (Maravillas) y del diario Arriba, para el que publicó las historietas de Coletas y Pelines, una niña de nueve años y un niño de seis respectivamente, que alcanzaron una gran popularidad entre los lectores infantiles.
Paralelamente a su dedicación a la literatura infantil en las revistas, obras teatrales y poemas escenificados, fundó en 1947, junto con María Dolores de Pueblos y Adelaida Lasantas el grupo «Versos con faldas» que organizaba recitales y lecturas de poesía por bares y cafés madrileños, colaboraba en revistas para adultos como Rumbos, Poesía española y El pájaro de paja y creó y dirigió la revista poética Arquero entre 1950–1954, junto a Antonio Gala, Julio Mariscal y Rafael Mir.
De 1955 a 1960 estudió biblioteconomía e inglés en el International Institute. En 1961 obtuvo la beca Fulbright en Estados Unidos para impartir clases de Literatura española en la Universidad de Bucknell, además de recibir en 1972 la Beca de la Fundación Juan March de Literatura Infantil.
A mediados de los años 70 colabora activamente en diversos programas infantiles de TVE, siendo Un globo, dos globos, tres globos y La cometa blanca los que la convierten definitivamente en la poeta de los niños. Recibiendo en cinco ocasiones el Aro de Plata de este medio informativo. A partir de estos años la actividad de Gloria Fuertes es imparable: lecturas, recitales, homenajes... siempre cerca de los niños; publicando continuamente, tanto poesía infantil como de adultos. Su fama es tal que cómicos como Martes y Trece parodian su figura en programas de humor. En 1996 un grupo de poetas jóvenes, entre los que destacan, Sergio Rodríguez Prieto, Pablo Méndez o Alfonso Berrocal le rinden un emotivo y multitudinario homenaje en el fórum del Fnac de Madrid.
Falleció el 27 de noviembre de 1998, víctima de un cáncer de pulmón, en Madrid. Fue enterrada en el Cementerio Sur de Madrid.1 En 2001 sus restos mortales fueron traslados al Cementerio de La Paz de Alcobendas (Madrid).2
Más apreciada y estudiada en el extranjero que en España, la mayoría de los trabajos críticos sobre Gloria Fuertes proceden del hispanismo norteamericano (Debicki, Mandlove, Sherno, Persin, Capuccio, Browne…), y es escasa la crítica literaria española sobre esta poeta. Camilo José Cela reconoció en su día la injusticia cometida con Gloria Fuertes, a la que denominó «la angélica y alta voz poética a la que los hombres y las circunstancias putearon inmisericordemente».
Fuente: Wikipedia.
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