Me
compré un coche nuevo:
lo
llevaba al taller oficial, le montaba
repuestos
de marca, pasaba
puntualmente
todas
sus revisiones.
Le
regalaba rosas,
la
llevaba a cenar,
tenía
un
anillo
escondido
en el cajón de mi mesilla.
Pero
con el tiempo se hizo viejo
y
dejó de preocuparme su apariencia
y
dejé de llevarle
a
los mejores talleres
y
dejé de servirle
el
mundo en bandeja
y
dejé de quererla.
Lo
mantuve
porque
aún no podía comprar uno nuevo.
Los
desguaces
están repletos
están repletos
de
corazones rotos.
DAVID MINAYO, 2012
precioso, David!
ResponderEliminarMuchas gracias! Un abrazo
ResponderEliminarreposan siempre en nuestro corazón un montón de autos gastados que no podremos olvidar...https://blocdejavier.wordpress.com/2015/03/27/el-amor-en-los-tiempos-de-desguace-de-los-coches/
ResponderEliminarreposan siempre en nuestro corazón un montón de autos gastados que no podremos olvidar...https://blocdejavier.wordpress.com/2015/03/27/el-amor-en-los-tiempos-de-desguace-de-los-coches/
ResponderEliminares un esplendido poema........muchas gracias! ha traido muchos recuerdos y algunas sonrisas
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