David Morello Castell, sentado al lado de los poetas Manuel Lacarta —que le presentaba— y Pablo Méndez (capitán de Ediciones Vitruvio), logró, en la tarde del último viernes de septiembre, llenar la sala del Café Comercial con la presentación de su poemario: «Réquiem por un hombre cualquiera», a la que tuve el placer de asistir.
No era para menos: David, que es un experto en esto de la poesía, ofreció un verdadero recital cargado de sentimiento, como su libro, en el que la guinda final —que sorpendió a todos— fue un martinete interpretado de forma excelente y con tanta fuerza, que por un momento creí estar en el mismísimo corazón de Andalucía.
Mereció la pena, desde luego, aparecer por allí y escuchar, con la inmensa voz que caracteriza al poeta, los versos del «Réquiem por un hombre cualquiera», cuya lectura recomiendo.
La velada fue estupenda, también, gracias a la compañía de tantos grandes poetas y amigos (por allí estaban Antonio Daganzo, Fernando López Guisado, José Elgarresta, Paco Moral, Ana Ares, Patricia Pérez...); siempre es una maravilla aparecer por el Comercial.
ACORDES SIN NOTA
La
insatisfacción en su cobertizo.
La
voz sedada, la garganta mustia.
Si
pides un deseo lloverán lágrimas
sin
ganas.
Pájaro
que no existe.
Se
desploman sobre las seis
las
siete
sobre
las siete
las
ocho.
La
posibilidad de ser va muriendo.
Crece
en los ojos preñada una nube
en
el alma terrones y escarcha.
No
hay instrumento para este silencio.
Algunos
novios vuelven abrigados del cine.
En
el bar cobijan entre sorbos sus palabras.
Hay
una televisión en cada casa.
Sólo
eso.
Ni
tan siquiera hambre.
DAVID MORELLO CASTELL,
«Réquiem por un hombre cualquiera», (Ediciones Vitruvio, 2013).