LA MUJER DE LA
CURVA
No creáis a quien diga que la
vio en esa curva.
Nada más es su imagen
proyectada y difusa
sobre una carne en llamas que
pedía mil veces
repetirse en los sueños de
manos enemigas.
La mujer de la curva se
aparece
a quien se atreve a verla
cada noche
al salir del zoológico, a la
izquierda.
Mas no es aparición, ni hay
más misterio
que el justiprecio hiriente
que reclaman
bocas que la desean y manos
que la buscan,
que entre todas las curvas
han caído en la suya.
LLEGARÁN LOS DÍAS
Y esos días vendrán...
Los cielos luminosos
anunciarán mañanas
que habrán de repetirse tras
cada noche nuestra
y al sueño de los párpados
le darán sucesión nuestros
amaneceres,
un abrazo desnudo bajo
sábanas suaves.
Esos días vendrán...
Me lo canta mi piel cuando te
pienso.
Mis manos lo pregonan cuando
en la mesa parto
el pan que te esperaba como a
la lluvia el trigo,
las grietas de mis labios de
llamarte en la noche
me lo van repitiendo:
Llegarán esos días,
han de llegar. Lo espero.
PALABRAS
Han quedado palabras
acaso sin decirse
y al rosa de tus labios
le han faltado los míos
tantas veces...
Sé que pervivirán entre
nosotros
palabras nunca dichas,
voces no pronunciadas.
Ahora sabe mi amor
que iba cambiando el mundo
en la medida en la que tú no
estabas.
PACO MORAL, de
Frutas y banderas,
Ediciones
Vitruvio, 2013
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