lunes, 25 de agosto de 2014

ESTADÍSTICA






ESTADÍSTICA

Recuerda que todo lo que sueñes
será utilizado en tu contra –me dijo.
Desperté.
Era jueves
y corría entre nosotros
una densa brisa de pretextos.

Atropellé sus labios
–kamikaze de vidrio de una noche pasada–
y entonces supe
que la estadística no tiene consecuencia,
que nos faltaba algo,

que unir dos bocas
no construye
un beso.

de El amor en tiempos de los desguaces 
de coches, Ediciones Vitruvio, 2014

DAVID MINAYO



 

jueves, 14 de agosto de 2014

MÚSICA Y POESÍA, David Minayo y Joaquín Paz

El pasado 8 de agosto, en la preciosa Terraza-Auditorio Maestro José Guillén, en Guadalix de la Sierra, tuve el grandísimo honor de compartir escenario con el compositor Joaquín Paz, a quien considero mi hermano. Fue la primera vez que uníamos fuerzas... ¿Qué más puedo contar?

Joaquín y yo nos conocimos allá por 1989 —si no me falla la memoria—, época en la que compartíamos barrio y colegio en el madrileño pueblo de Getafe, al sur de la capital. A ambos siempre nos unió cierto gusto por la literatura y, siendo bien pequeñitos, formamos una "editorial" de colegio mediante la que "distribuíamos" nuestros primeros escritos, aventuras y cómics que compartíamos con los compañeros. En esa "empresa" también partició nuestro viejo amigo Alejandro Bosch, aunque nunca llegó a terminar su esperada obra: Este o-Este.


Según decía la gente, Joaquín y yo nos parecíamos bastante físicamente (muchos creían que éramos hermanos), y de vez en cuando aprovechábamos esa circunstancia para idear alguna broma de las nuestras... Recuerdo con cariño las veces en las que intercambiábamos el DNI o los abonos de transporte: ningún revisor se percató nunca del asunto.

Pero lo que nunca habíamos hecho hasta ahora, a pesar de haber compuesto juntos un par de canciones, era compartir escenario, por lo que, sin duda, la noche del 8 de agosto para mí fue una velada muy especial. Joaquín, como el estupendo músico que es, supo conducir mis versos de forma magistral durante la hora que duró el acto. Creo que nos compenetramos bastante bien, y tuvimos tiempo para, en última instancia, homenajear al grandísimo Miguel Hernández y, como no, a Jarcha, a quien le debo mi forma de recitar esa increíble Elegía a Ramón Sijé.También estuvieron presentes en nuestras composiciones los queridísimos Joaquín Paz Cano y Gaspar Hernández.

Debo agradecer a Jesús Abad, director del CEAMD Maestro José Guillén, su estupenda idea y su empeño por llevarla a cabo, sobre todo porque sin él, sin su fuerza, no habría sido posible este inolvidable acto.

Ahí os dejo, y ahí queda para siempre, esta unión de Música y Poesía:






 De izquierda a derecha: Joaquín Paz, Alejandro Bosch y David Minayo. 2003

sábado, 2 de agosto de 2014

LO MISMO Y LO CONTRARIO, de Benjamín Prado






LO MISMO Y LO CONTRARÍO

Lo contrario de un hombre limpio es el agua sucia.
Lo contrario del mar es una mujer ciega.
El que derriba un puente construye un precipicio.
Las cicatrices son golpes que no se olvidan.

Hay verdades sin límite
y hay cosas que se acaban:
los ríos son Machado;
yo te amé a tumba abierta,
los alacranes brillan a la luz de la luna
y después son, de nuevo, venenosos y oscuros.

Es así, tan sencillo.

Luchar por las cenizas es renunciar al fuego.
Una palabra dicha es un pájaro que vuela.
Tu muerte está debajo de mi piel
lo mismo que un insecto es un vaso volcado.

¿Qué más puedo decirte?
Que yo te ame de norte a sur,
sin fondo,
con uñas y con dientes,
sin secretos,
sin trampas.
Que no he querido oír una vez más tu voz,
ni mirar nuestras fotos,
ni verte acariciando con tus dedos azules
a los perros que comen las sobras de tu vida.

Yo sólo quiero oscuridad y humo.
Yo he venido a decir que te he olvidado,
que volveré a olvidarte cada día,
cada uno de los días de mi vida.

BENJAMÍN PRADO 

(Madrid, 13 de julio de 1961) es un novelista, ensayista y poeta español. Ha recibido diversos premios, entre los que se encuentran el Hiperión, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, el Premio Andalucía de Novela y el Generación del 27. Su obra ha sido traducida en numerosos países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Bélgica, Grecia, Estonia, Letonia o Hungría, y publicados también en Argentina, Cuba, Colombia, Chile, México, Perú y El Salvador.