viernes, 24 de abril de 2015

PREPARATIVOS DE VIAJE Y LA NOCHE DE LOS LIBROS

PREPARATIVOS DE VIAJE

Ayer se celebraba el Día del libro y Madrid se vestía de biblioteca gigante. En el Ateneo de Madrid se presentaba el número 500 de la Colección Baños del Carmen (colección donde Ediciones Vitruvio reúne obras clásicas de la poesía con poemarios de nuevas voces, versos consolidados y versos por descubrir).

La ocasión merecía la pena: se presentaba Preparativos de viaje, la poesía completa de Dámaso Alonso. La voz del poeta tuvo su reflejo en Justo Jorge Padrón, Ramón Hernández, Alberto Infante,  Eduardo Merino, José Elgarresta, Javier Lostalé, Antonio Daganzo, José Cereijo, Fernando López Guisado, Alfonso Berrocal, José Luis Fernández Hernán, Manuel de la Fuente Vidal, Francisco Castañón,  Ana Ares, Paco Moral, Aurora Auñón, Álvaro Petit, José Félix Olalla, Hilario Martínez Nebreda, Carlos Guerrero, Modesto González Lucas,  Miguel Losada,  María Antonia Ortega, Juana Vázquez, Pablo Méndez, Raquel Lanseros y Felisa Torrego, que declamaron sus versos durante el tiempo de la velada.

Allí estuve yo, mudo asistente, emocionado ante la fuerza de un principio que no pudo haberse elegido mejor: Insomnio, la ciudad de más de un millón de cadáveres, en la voz del poeta Justo Jorge Padrón, poniendonos a todos los pelos de punta como hacía Brian May al comienzo de cada concierto de Queen: vibraban las cuerdas de la Red Special —tal vez con los primeros acordes de Tie your mother down— y sabías que a partir de ese momento debías poner en off el mundo que te rodea.

 De izquierda a derecha: José Elgarresta, David Minayo y Christelle Sanchez.
 

INSOMNIO

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

DÁMASO ALONSO 

 David Minayo y Fernando López Guisado en en Ateneo de Madrid


LA NOCHE DE LOS LIBROS

Es escasa la distancia que separa la calle Prado del Paseo de recoletos, por lo que el trayecto desde el Ateneo de Madrid hasta el Café Gijón lo hicimos a pie.

De izquierda a derecha: José Luis Fernández Hernán, José Elgarresta y David Minayo 
(detrás se puede ver el Palacio de Comunicaciones, Madrid).

Cuentan en Wikipedia —ese lugar de referencia donde uno lo encuentra casi todo— que el Café Gijón fue fundado en 1888 —ocho años después que el turrón más caro del mundo— y que, tras la Guerra Civil, alcanzó fama entre los escritores de la época que acudían con asiduidad a las tertulias literarias y reuniones que allí se producían. Entre las mentes ilustres que por sus paredes desfilaron se encuentran gran parte de la Generacíon del 27 y del Garcilasismo. Uno entra por la puerta y ansía la posibilidad de viajar en el tiempo, de elegir el instante para sentarse frente a Ramón María del Valle-Inclán, Antonio Buero Vallejo, Camilo José Cela, Antonio Gala, Fernando Fernán Gómez, Santiago Ramón y Cajal,  o un largo etcétera. Con esta historia en su currículum, es normal sentirse un tío con suerte cuando tienes la oportunidad de recitar tus propios versos en el Café Gijón.

Anoche, la Noche de los libros de Madrid, y después de la presentación de Preparativos de viaje, compartí versos con Raquel de Marichalar, Mercedes Carrillo, Antonio Daganzo, Pablo Méndez, Eduardo Merino, José Luis Fernández Hernán y Rafael Talavera.


Raquel de Marichalar declamando uno de sus poemas (Café Gijón, Madrid)

El acto se dividió por bloques: cada uno leímos dos poemas propios y un tercer poema de un autor preferido; yo elegí para la ocasión La inasibilidad del mar, de Karim Chergui, un texto que me resulta imposible leer sin emocionarme, donde cada imagen guarda un profundo sentido. Entre los asistentes pude encontrar a buenos amigos: Patricia Pérez, Francisco Caro o José Luis Álvarez Gallego.

Los siguientes vídeos —grabados por Christelle Sanchez— muestran mis intervenciones (De cuando buscabas respuestas en Google, La inasibilidad del mar (Karim Chergui) y Se deja de morir) y la última lectura de Antonio Daganzo, declamando su poema Escúchame:

 


lunes, 20 de abril de 2015

DE CUANDO BUSCABAS RESPUESTAS EN GOOGLE




Vale, lo entiendo, los manuales dicen que debemos dejarlo,
que somos un discurso imposible, que no hay manera
de computarnos en uno.

Pero fíjate bien, ninguno contempla
tu nombre
o el mío,
ni siquiera imaginan la forma
en que te cojo del brazo
y empujas de mí
cada vez que nos perdemos

y tu Madrid del alma y mi Madrid contigo
se nos adhiere a las zapatillas
junto a los restos del día. No contemplan
que por larga y cruel que la disputa haya sido
no existe
ninguna noche en que durmiendo juntos
mis brazos
evitaran
rodearte.

Vale, lo entiendo, es el mundo contra nosotros.
Puedes leer tus entendidos manuales,
recurrir a Internet y navegar entre casos,
preguntarle a amigos, familia o conocidos
y desplegar tu ejército
de razones
contra mí,

pero nunca podrás encontrarnos
en esa historia,
nunca nos hallarás en las frases escritas,
junto a las normas marcadas,
o ante las pautas
y los consensos,

porque somos contrarios e igual a nada,
porque no hay destino marcado en nosotros,
ni razones costumbres contratos ensayos
convenios barrotes fronteras o leyes, no,

porque aquí seguimos, a pesar de todo,

y no hay camino ni espacio pendiente
que quiera
recorrer
sin tu guía.

No hay noche
en la que no necesite abrazarte.
No hay deuda
que me transporte a ti.

Vale, lo entiendo, es el mundo contra nosotros.

Pero es un error
hacerles caso.

DAVID MINAYO,  
Soportar la noche, Ediciones Vitruvio, 2015 



miércoles, 15 de abril de 2015

TRES POEMAS DE GLORIA FUERTES





CRISTALES DE TU AUSENCIA

Cristales de tu ausencia acribillan mi voz,
que se esparce en la noche
por el glacial desierto de mi alcoba.
— Yo quisiera ser ángel y soy loba.
Yo quisiera ser luminosamente tuya
y soy oscuramente mía.


AUNQUE NO NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS

Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien ese trance a la palabra: Muerte.

Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.


AMOR

Estar en los brazos de quien amas
es lo más parecido a estar en mi nombre.
¡Gloria bendita es!

GLORIA FUERTES ,

 nació en Lavapiés, en la época, un modesto barrio del Madrid antiguo. Su madre era costurera y sirvienta; su padre, bedel. Poco se sabe de su vida familiar, a lo que ha contribuido que la escritora siempre guardara celosamente su intimidad.


Asistió al Instituto de Educación Profesional de la Mujer, pero sus aficiones eran muy diferentes a las propias de las mujeres de su época. Su interés por las letras comenzó a la temprana edad de cinco años, cuando ya escribía y dibujaba sus propios cuentos. Empezó a escribir versos a los catorce años, a los quince los leía en Radio España de Madrid y a los diecisiete dio forma a su primer libro de poemas, Isla ignorada, que sería publicado en 1950. Se ha especulado sobre su homosexualidad, que aparecería sutilmente declarada en poemas como «Lo que me enerva», «Me siento abierta a todo», «A Jenny», etc.
Aunque ella siempre se definió como «autodidacta y poéticamente desescolarizada», su nombre ha quedado ligado a dos movimientos literarios: la generación del 50 y el postismo, grupo literario de posguerra al que se unió a finales de los 40 y del que formaban parte Carlos Edmundo de Ory, Eduardo Chicharro y Silvano Sernesi, y en el que también colaboraron Ángel Crespo y Francisco Nieva.
Del Postismo quedó para siempre en Gloria Fuertes una actitud poética desmitificadora por vía del humor; el humor en Gloria Fuertes es una forma crítica de deconstruir la realidad y descubrir la verdad de las cosas. La Guerra Civil dejó una profunda huella en ella. El antibelicismo y la protesta contra lo absurdo de la civilización están presentes en su poesía de forma categórica. Como ella misma declaró, «sin la tragedia de la guerra quizá nunca hubiera escrito poesía».
Como secuela de su experiencia bélica, la obra de Gloria Fuertes se caracteriza por la ironía con la que trata cuestiones tan universales como el amor, el dolor, la muerte o la soledad. Todo ello aderezado con curiosas metáforas y juegos lingüísticos llenos de encanto, frescura y sencillez, que dotan a sus poemas de una gran musicalidad y cadencia cercana al lenguaje oral.
Entre 1940 y 1953 comenzó a colaborar en revistas infantiles, Pelayos, Chicos, Chicas, Chiqunitito, y los suplementos infantiles de "Flechas y Pelayos" (Maravillas) y del diario Arriba, para el que publicó las historietas de Coletas y Pelines, una niña de nueve años y un niño de seis respectivamente, que alcanzaron una gran popularidad entre los lectores infantiles.
Paralelamente a su dedicación a la literatura infantil en las revistas, obras teatrales y poemas escenificados, fundó en 1947, junto con María Dolores de Pueblos y Adelaida Lasantas el grupo «Versos con faldas» que organizaba recitales y lecturas de poesía por bares y cafés madrileños, colaboraba en revistas para adultos como Rumbos, Poesía española y El pájaro de paja y creó y dirigió la revista poética Arquero entre 19501954, junto a Antonio Gala, Julio Mariscal y Rafael Mir.
De 1955 a 1960 estudió biblioteconomía e inglés en el International Institute. En 1961 obtuvo la beca Fulbright en Estados Unidos para impartir clases de Literatura española en la Universidad de Bucknell, además de recibir en 1972 la Beca de la Fundación Juan March de Literatura Infantil.
A mediados de los años 70 colabora activamente en diversos programas infantiles de TVE, siendo Un globo, dos globos, tres globos y La cometa blanca los que la convierten definitivamente en la poeta de los niños. Recibiendo en cinco ocasiones el Aro de Plata de este medio informativo. A partir de estos años la actividad de Gloria Fuertes es imparable: lecturas, recitales, homenajes... siempre cerca de los niños; publicando continuamente, tanto poesía infantil como de adultos. Su fama es tal que cómicos como Martes y Trece parodian su figura en programas de humor. En 1996 un grupo de poetas jóvenes, entre los que destacan, Sergio Rodríguez Prieto, Pablo Méndez o Alfonso Berrocal le rinden un emotivo y multitudinario homenaje en el fórum del Fnac de Madrid.
Falleció el 27 de noviembre de 1998, víctima de un cáncer de pulmón, en Madrid. Fue enterrada en el Cementerio Sur de Madrid.1 En 2001 sus restos mortales fueron traslados al Cementerio de La Paz de Alcobendas (Madrid).2
Más apreciada y estudiada en el extranjero que en España, la mayoría de los trabajos críticos sobre Gloria Fuertes proceden del hispanismo norteamericano (Debicki, Mandlove, Sherno, Persin, Capuccio, Browne…), y es escasa la crítica literaria española sobre esta poeta. Camilo José Cela reconoció en su día la injusticia cometida con Gloria Fuertes, a la que denominó «la angélica y alta voz poética a la que los hombres y las circunstancias putearon inmisericordemente».

Fuente: Wikipedia.



miércoles, 1 de abril de 2015

DOS POEMAS DE JOSÉ LUIS MORANTE





GREDOS

Es algo que nos duele
y no se sabe dónde, cómo o cuándo.
                                   GERARDO DIEGO

Por la montaña una mujer camina
y el trayecto perturba cicatrices.
Se disfraza la luz con sedas ocres.
Tiene el alba en octubre
una piel acuosa y soñolienta.
El sendero prolonga
un eco desvelado,
difunde un repicar
que solo inquieta allí porque alguien sueña.
La mujer recupera
el paso de dos sombras
ajenas al mirar de ojos extraños.
Es algo que nos duele
y no se sabe dónde, cómo o cuándo;
es algo que perdura,
vuela intacto, más allá del olvido.
Una mujer camina, cierra senda,
en un sobre cobija un puñado de otoño.
El beso que no diera deposita
el sabor del arándano.

de La noche en blanco, DVD Ediciones, 2005 
(Premio de Poesía Hermanos Argensola 2005)

CONSEJO

Caminamos detrás de la costumbre.
Prevalece la prisa.
Con hechos y palabras repetimos
tentativas y pleitos,
el discurso manido
de vagas ataduras que conducen
a múltiples asuntos
que nos dejan exhaustos.

Sin fuerzas, desvalido,
bajo un equipamiento de flaquezas,
quisiera proponerte un desacato:
que por supervivencia reservemos
una mínima ofrenda;
que sepamos los dos perder el tiempo.


de La noche en blanco, DVD Ediciones, 2005 
(Premio de Poesía Hermanos Argensola 2005)
 

JOSÉ LUIS MORANTE,  


(El Bohodón, Ávila, 25 de agosto de 1956) es un poeta y crítico literario español.

Es profesor de Ciencias Sociales del IES Duque de Rivas, en Rivas-Vaciamadrid, ciudad donde creó la revista Luna Llena y coordinó la revista gráfica y de textos Prima Littera durante una década. Ha dirigido el periódico Señales de humo y en la actualidad es subdirector de la colección de poesía Cinco estaciones.


Sus primeros poemas aparecen en revistas a mediados de los años ochenta pero su primer libro es Rotonda con estatuas, editado en 1990. Su obra poética ha recibido el Premio Luis Cernuda, el Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz, o el Premio Hermanos Argensola. Por el conjunto de su obra recibió el Premio Espadaña.

Coordina el blog PUENTES DE PAPEL: http://puentesdepapel56.blogspot.com.es/