jueves, 30 de julio de 2015

YUIGON, para Fernando López Guisado



Harakiri, muerte de un samurái. Takashi Miike

                      Para Fernando López Guisado

El policía se enfrenta a la sien:
empuja su dedo
como quien busca el sabor
amargo a cianuro.

La gente de a pie
no se complica:
prepara un nudo y busca el árbol.

Hay mil formas de hacerlo.

El perezoso elige inundar su bañera
con la cuchilla afilada.

El inquieto se lanza al vacío
aprovechando el trayecto
para volar
y arrepentirse.

El samurái
—con su estricto código ético—
apura un trago de sake,
compone un zeppitsu
y atraviesa su vientre.

Lo importante es escapar.

Sin embargo
hay quien no necesita un arma,
quien no precisa un nudo,
llenar la bañera, abrir la ventana
o empuñar
el temeroso filo
de una daga.

El suicidio del poetaconsiste
en observar su mundo,
cerrar los ojos
y dejar de escribir.

DAVID MINAYO, Soportar la noche (Ediciones Vitruvio, 2015)

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