Queda muy poco tiempo para que vea la luz mi próximo libro, por lo que quiero compartir con vosotros uno de los poemas que podréis encontrar entre sus páginas: 
Pero yo he de buscar por los rincones.
                             Federico García Lorca
Cuando la tarde es tarde y se
contempla sola.
Y las farolas vuelven de su
cobrizo ensayo. 
Y las aceras visten 
                                    zapatos 
                                                   
serenos.
Nada sucede.
Pero yo he de buscar por los
rincones.
Cuando el agosto es suave
balanceo de alisos.
Y los pinares hablan su verde
campo.
Y las madres besan
                                     mejillas
                                                   
imberbes.
Nada sucede.
Siempre hay un sol que no
desguaza sombras.
Tiene que haber la noche en
una tarde cualquiera.
Cuando la tarde es tarde y se
contempla sola.
Y la cañada está 
dormida en su barro.
Y en la ventana alfombra.
Y en el portal silencio. Nada
sucede.
Cuando hay las cuatro entre
la siesta y cielo.
Y se amontona el aire 
                                           en
las aspas
                                                                   del
sueño.
Y las abejas nata.
Y las botellas corcho. 
Y en el deseo calma.
Cuando hay agosto
sobre todas las cosas
y el cielo seca 
                           la oscuridad
                                                   de los tejados.
Nada sucede.
Pero yo he de buscar por los
rincones.
Tiene que haber un sol que no
desguace sombras.
Tiene que haber la noche 
en una tarde 
cualquiera.
DAVID MINAYO, La lluvia es un lugar donde esconderse (Ediciones Vitruvio, 2017) 


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