martes, 3 de septiembre de 2013

LA MIRADA DE HORACE GREASLEY



HITLER MASTURBATING. Salvador Dalí, 1973

LA MIRADA DE HORACE GREASLEY

Está callada la tarde.
Están los cuerpos dispuestos.
Están los huesos quebrados
y los puños
vacíos.

Está ordenada la fila.
Están los gestos caídos.
Está la rabia sujeta
sobre los pechos
desnudos.

Todos se inclinan.
Pasea el diablo su firme arrogancia
detrás de la verja.
Todos se cubren

menos uno.

El cazador
de pronto confuso
detiene su paso,
olvida su enfoque
y por un instante
le cubre un ligero
temor los ojos:

Podrás encerrar al hombre —piensa—
pero nunca podrás enjaular 
su mirada.

El diablo sonríe —forzadamente—
y continúa el paso
como si nunca se hubiera cruzado
con Horace Greasley.

DAVID MINAYO, 2013


 HEINRICH HIMMLER (izquierda) y HORACE GREASLEY (derecha)

2 comentarios:

  1. Tu verso, plagado de vida inquieta, atrapa y embelesa, entre delicadas sensaciones de placer. Un saludo.

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  2. Gracias, Mari Carmen, por el comentario y pasar por aquí. Esta es tu casa; un abrazo.

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